3 propuestas para el ordenamiento de Bogotá

Editorial 90

  • Los 90 días que el Concejo de Bogotá tiene para estudiar, socializar y dar su aprobación a la propuesta del POT están corriendo, y desde la Camacol B&C seguimos en el intenso trabajo para lograr que nuestras propuestas sean escuchadas y así asegurar nuestro aporte a un verdadero desarrollo sostenible en el tiempo, un desarrollo que necesita la mejor norma de ordenamiento posible. Esa es nuestra apuesta.

Varios puntos han sido objeto de estudio, análisis, debate y diálogo con la Administración Distrital y con diferentes instancias que participan en la formulación del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá. Los cuestionamientos se han dado alrededor de varios temas que nos inquietan como gremio que representa el sector constructor. Si bien hemos encontrado un propósito de desarrollo sostenible que busca crear una ciudad cuidadora, cercana e incluyente, los procesos y normas que deben asegurar el cumplimiento de estos objetivos no están encaminados a lograrlo, lo que nos dejaría con un POT muy loable en la teoría, pero inviable en la práctica.

Como aportes ciudadanos a la formulación del POT, nuestras propuestas se resumen en crear el ambiente y las condiciones para brindar desarrollo, bienestar y oportunidades a quienes formarán parte de la ciudad en los próximos años, asegurando también una reactivación efectiva del sector que representamos:

Vivienda dentro de la ciudad: habilitando el suelo necesario para alcanzar la meta de ofrecer soluciones dignas al millón de nuevos hogares que demandarán vivienda en los próximos 14 años, además de esclarecer las condiciones para que la ciudad avance en el déficit histórico. Lograrlo impedirá que las familias tengan que hacer de los municipios aledaños sus dormitorios, mientras a diario deben desplazarse a trabajar, estudiar y desarrollar sus vidas dentro de la capital. Esto además de incrementar el caos para la movilidad va en contra de uno de los objetivos centrales y bien recibidos de la propuesta del POT: una ciudad de 30 minutos. Proponemos también que la construcción de vivienda se base en mecanismos viables y efectivos, corrigiendo la idea de soportar la mayor parte de la meta en la renovación urbana, un instrumento de desarrollo que no ha sido exitoso para Bogotá por las complejidades y costos que implica reorganizar lo que ya está construido y habitado.

Resguardar el acceso a la vivienda y proteger la vivienda social: proponemos que el POT no intervenga las condiciones del mercado y se permita el equilibrio entre la oferta y la demanda, lo que entre otras cosas permite que los precios sanamente obedezcan a esa dinámica. En este mismo sentido, nuestra preocupación ha sido mantener las condiciones que le dan viabilidad a la producción de vivienda de interés social y prioritario. Esto depende en parte de un modelo de cargas y beneficios equitativo, pero también de condiciones técnicas en la norma que hagan factible una oferta de vivienda social que responda a la dignidad, equidad y a la inclusión que propone el POT. Espacio público de calidad, servicios y acceso a equipamientos urbanos son aspectos que deben acompañar el desarrollo de vivienda y que solo se logra con el equilibrio en las cargas y asegurando el cierre financiero de los proyectos, para de esa manera desde nuestro sector seguir aportando al desarrollo urbano sostenible y llevando vivienda digna a las familias de menos ingresos.

Seguridad jurídica: queremos que Bogotá cuente con una norma de ordenamiento que asegure el desarrollo sostenible en el largo plazo, y por eso proponemos proteger el proceso de formulación y su aplicación. Para lograrlo, hemos advertido a la Administración sobre lo imperante que es la claridad de la norma; donde no existan reglamentaciones pendientes, no se dé lugar a vacíos o múltiples interpretaciones y exista total claridad en la transitoriedad. Esta es la manera como un sector como el de la construcción puede desarrollarse con seguridad jurídica, teniendo claras y a la vista las condiciones en las que en cada momento se van a realizar procesos tan claves para la actividad como el licenciamiento y demás trámites.

Construir una nueva carta de navegación para el ordenamiento territorial de Bogotá ha sido un desafío que no se ha logrado superar en varios años. Una vez más la ciudad se encuentra en un momento cumbre en la definición del POT, y como gremio constructor tenemos mucho que aportar para concretar un desarrollo sostenible y equitativo.

Por Alejandro Callejas Aristizábal

Gerente de Camacol B&C