Una oportunidad de reinventarnos

editorial

Llegó el momento de trabajar por la línea del optimismo, la identificación de oportunidades y la generación de nuevas propuestas en pro del bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos. Esa es la invitación del Gremio para afrontar los momentos difíciles identificando las oportunidades que de allí surgen, como la mejor estrategia para salir victorioso.

Como dijo Charles Darwin, “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”, y en eso el sector edificador está de acuerdo, el panorama económico que vive el país debe ser visto, como la oportunidad o el instrumento que permitirá no solo cumplir los objetivos sino proyectar nuevas estrategias.

¿Pero cómo lograrlo?Un ejemplo fue la crisis económica que enfrentó el eje cafetero tras el terremoto de 1999, esta situación los llevó a repensar su economía. En su momento, fue una prueba para los empresarios, líderes políticos, y gremios, quienes decidieron unir esfuerzos y coordinarse para que la situación que estaban viviendo generara nuevas oportunidades. El resultado de esta decisión fue el agroturismo con el que lograron generar empleo y sacar a flote la economía de la región.

El secreto está en reinventarse, sobre todo, en un periodo de grandes transformaciones como el de ahora: con un entorno macroeconómico diferente por las condiciones de los países vecinos, estamos en una etapa de posconflicto y se avecinan unas elecciones. Estas situaciones debemos no solo conocerlas sino afrontarlas de la mejor manera como ciudadanos, empresarios y gremios que somos, porque como dijo Napoleón Hill, autor del libro “Piense y Hágase Rico”, “cada evento negativo contiene la semilla de un beneficio de igual o mayores proporciones”.

¿Está la actividad edificadora preparada? Para saberlo en el marco del Congreso Colombiano de la Construcción, se presentaron los resultados del estudio de riesgos del sector de Mckinsey, se evidenció por ejemplo que hay siete áreas de trabajo que permitirían aumentar la productividad en el sector de la construcción entre 50% y 60%. Estos factores podrían ser potencializados a través de estrategias complementarias que movilicen al sector en una lógica de estandarización y procesos de manufactura, y lo alejen del tradicional concepto de ejecución y gestión individual de proyectos. 

Por eso, desde el sector edificador la capacitación a los empresarios y la estructuración de estrategias que respondan a las necesidades de los ciudadanos y a los cambios que se están presentando, desde la perspectiva del optimismo y la oportunidad, hacen parte de la razón de ser de la actividad.

Todo esto no es ajeno a Bogotá y la Región, por eso las administraciones están implementando estrategias de cambio e integración que a futuro se verán reflejadas en una mejor calidad de vida para los ciudadanos. Por ejemplo, la Administración Distrital está adelantando planes de recuperación y revitalización en algunos lugares de la ciudad, entre los que están, la peatonalización de la carreta séptima entre la calle 26 y la Avenida 19 y la recuperación del espacio público, proyectos que le dan un valor adicional y calidad de vida a los ciudadanos.  

También están los programas de vivienda, estructurados desde una política social con programas para toda la población, y que ha tenido grandes beneficios en el campo económico y ocupacional del país. Pues el sector ha logrado escalas de producción anual superiores a las 200.000 unidades de vivienda por año, con participaciones en la vivienda social superiores al 50% del total de actividad; ha generado 300.000 empleos adicionales, aportando una ocupación a cerca de 1,4 millones de personas en todo el país; y está demandando insumos y materiales por $34 billones anualmente.

Lo anterior se traduce en un trabajo conjunto que genere nuevas ideas, porque el panorama actual no lo podemos llamar crisis, son cambios que se deben enfrentar a partir del optimismo, el fortalecimiento empresarial, el apoyo a las propuestas, pero sobre todo aceptándolo, de cómo se maneje ahora y se proyecte a futuro, dependerá gran parte de los resultados en 2018.

Por Martha Moreno Mesa

Gerente De Camacol Bogotá y Cundinamarca